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Manizales, Col. – La emblemática Plaza de Toros de Manizales, conocida popularmente como “La Monumental”, se alzó como una obra arquitectónica significativa y símbolo del crecimiento urbano durante el centenario de la ciudad. Su origen y evolución revelan una historia rica en cultura, planificación ciudadana y diseño ponderado, más allá de su función taurina.


Orígenes y contextos

Desde finales del siglo XIX, la ciudad tuvo un creciente interés por espacios permanentes para celebraciones taurinas. El primer recinto data de 1897, iniciando una sucesión de plazas provisionales hasta el año 1944, cuando se erigió la Plaza “El Soldado” en lo que hoy es el Batallón Ayacucho eje21.com.cociudadeje.com. Este desarrollo cimentó el anhelo colectivo de una plaza definitiva.

Las primeras iniciativas para la construcción de una infraestructura permanente surgieron en 1944 con un proyecto fallido en Campohermoso cormanizales.com. Sin embargo, en septiembre de 1945, la conformación formal de la Sociedad Plaza de Toros de Manizales S.A. dio origen al proyecto definitivo, con socios como José Restrepo Restrepo, Jesús María Bermúdez, Oscar Hoyos Botero, Antonio Cuartas, entre otros, quienes aportaron terrenos y respaldo económico Wikipediacormanizales.com.


Diseño y construcción

La obra fue desarrollada en dos fases de construcción: una inicial para 7 000 espectadores y una segunda que llevó su capacidad total inicial a 12 000 cormanizales.com+1. Otra fuente señala una capacidad final cercana a los 16 500 espectadores, con un ruedo de 75 metros de diámetro, lo que refuerza su envergadura como estructura arquitectónica y punto de referencia urbana archivo.lapatria.com.

Estilísticamente, “La Monumental” rezuma influencias arquitectónicas mediterráneas: arcos de medio punto en forma de herradura, columnas con capiteles compuestos y rejas en hierro forjado adornadas, que remiten tanto al legado romano como mudéjar archivo.lapatria.com+1. Construida aprovechando una hondura natural del terreno, su disposición y forma refuerzan su integración armónica con el entorno urbano archivo.lapatria.com.

La construcción fue realizada por la firma Robledo y Borrero, entregándose formalmente el 23 de diciembre de 1951, para coincidir con la celebración del centenario de Manizales. Ese día la inauguraron figuras destacadas de la época, como Antonio Bienvenida, Manolo González y Alfredo Jiménez, frente a toros de la ganadería Mondoñedo Wikipediamundotoro.comciudadeje.comcormanizales.com.


Legado cultural y gestión actual

Desde su inauguración y hasta mediados de la década de 1950, la plaza acogió una serie de espectáculos que incluyeron desde corridas hasta presentaciones culturales con figuras como Cantinflas Wikipediamundotoro.com. La Feria de Manizales fue decretada oficialmente en 1954, consolidando a la plaza como núcleo central de la celebración ciudadana Wikipediaciudadeje.comcormanizales.com.

Con el pasar de los años, la propiedad del recinto pasó a manos de la Cruz Roja Seccional Caldas, quien actualmente figura como su propietaria principal Wikipediaarchivo.lapatria.com. Hoy, además de eventos taurinos, el espacio alberga conciertos y actividades deportivas, consolidándose como un sitio multifuncional y territorio arquitectónico emblemático de Manizales Wikipediaarchivo.lapatria.com.


Conclusión

La Plaza de Toros de Manizales es más que una construcción para espectáculos: es un hito arquitectónico surgido de la voluntad colectiva, diseñado con referencias históricas, y ejecutado con visión urbana durante un momento clave de la evolución de la ciudad. Su relevancia va más allá de lo taurino: es un legado estructural y cultural al servicio de Manizales.