Es la tercera vez que Mauricio Aguirre pierde sus pertenencias por cuenta de los incendios. En el 2000, en el barrio Galán, y en el 2007, en la vía a Neira, las llamas arrasaron con todo y lo dejaron en la calle.
El lunes pasado, en la madrugada, la historia se repitió. Él hace parte de los 60 afectados por la conflagración en la vereda Mateguadua, que arrasó con 13 viviendas, incluida la de él.
Sin embargo, quedó en su consciencia la sensación de haber salvado las casas de sus vecinos. Recordó que cuando lo despertaron las llamas se armó de valor, mojó un trapo y un saco y se arropó con ellos, empezó a tumbar la madera que apenas empezaba a quemarse, y a tirar tierra y agua.
Ayer pasó la noche junto a su esposa, sus tres hijos y su hermano en una casa vecina. Tras limpiar un poco el desastre y recoger los escombros, continuó en sus labores. “Para limpiar esta ceniza que hace mucho daño”, sostuvo.
Armado de pala, escoba y un balde, y junto a un grupo de vecinos, limpió lo que pudo. El agua rodaba ennegrecida por las empinadas escalas de Mateguadua.
Su vecino Luis Fernando Machado, quien vivía en una habitación alquilada, dijo que lo despertaron los gritos de los demás. Cuando se asomó a la cocina todo estaba en llamas, algunas gotas de icopor, del cielorraso, le cayeron en espalda y manos.
Tras llegar a un camino no encontró más escapatoria que tirarse por un barranco contiguo con lo único que alcanzó a salvar: su bicicleta.
Mauricio recordó que levantó su casa gracias al trabajo que tiene como vendedor de frutas en el Centro de Manizales. Luchó durante mucho tiempo para obtener un permiso de la Alcaldía y ahora no quiere dar el brazo a torcer con la recuperación de su hogar.
Esperan donaciones
Aunque los damnificados recibieron subsidios de arrendamiento y ayudas humanitarias, siguen necesitando ayuda.
Si desea colaborar puede acudir a la Fundación de Fray Juan, en la carrera 17 #23-09, de la Galería.
También se recibirán hasta el viernes en las oficinas comunitarias ubicadas frente a Infimanizales, en el Centro. Elementos como pañales, jabón, crema dental, cepillos, toallas higiénicas y utensilios de cocina, lo que más se necesita.