Una materna que esperó tres días en el Hospital de Villamaría por un traslado a un centro asistencial para que le practicaran una cesárea. Esta es otra muestra de que Medimás sigue con una red insuficiente en Caldas.
Sin contar los dos meses de empalme, la EPS cumple 50 días de operación. Aunque anunció el sábado pasado que la red oncológica para todo el país estaba lista, las maternas en Caldas que requieren una atención de alta complejidad o sus recién nacidos sufren apuros.
En Manizales, por ejemplo, son tres las instituciones de alta complejidad que atienden estos casos: el SES Hospital de Caldas y la Clínica Versalles, con unidad de neonatología, y Meintegral, que solo atiende recién nacidos. La barrera es que las dos primeras no tienen contrato con Medimás.
Estancia prolongada
De acuerdo con el director de la Unidad de neonatos del SES Hospital de Caldas, Óscar Julián López Uribe, las usuarias de esta EPS llegan después de pasar por otras instituciones y como arriban en urgencia vital y con complicaciones es su deber atenderlas.
“Tengo el caso de un bebé que está hospitalizado. La mamá consultó en Chinchiná por una ictericia (coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre. Puede afectar el cerebro y dejar secuelas de por vida). Después lo enviaron al Hospital San Jorge en Pereira, donde no lo recibieron, regresó al Hospital de Chinchiná, pero como no hay unidad neonatal terminó en el SES donde hoy sigue al cuidado de la institución”.
El neonatólogo citó que el 40% de los pacientes en la U. neonatal es de Medimás y con permanencias de hasta 25 días hasta ayer, como es el caso de un bebé que nació de 29 semanas. “Él necesita oxígeno y una autorización de plan canguro y la EPS no responde”.
Por urgencia vital
Según relata Felipe Grajales Valencia, auditor médico del SES, todos los días llegan entre cinco y ocho pacientes de Medimás buscando atención. Y la médica Nadia Ramírez, de la Unidad ginecoostétrica del SES, sostuvo que las maternas llegan a punto de dar a luz (en expulsivo), otras complicadas, por ejemplo con preeclampsia o sin controles prenatales, lo que a su juicio repercute en la salud del bebé y también de la madre.
Agregó Grajales que en estos momentos no han recibido algunas autorizaciones de Medimás y añadió que lo peor es que no hay contrato sobre el cual cobrar.
“Las otras entidades se apoyan porque es una urgencia vital y como nosotros no devolvemos a esos bebés llegamos al peor momento, estamos colapsados. La atención cada día cuesta entre 1 y 2 millones de pesos”, concluyó.
LA PATRIA se comunicó con la EPS y al cierre de esta edición aún no había respuesta.
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“La EPS debe garantizar una red. Saber qué población tiene, cuántas maternas y dónde las va a atender. Esto no pasa solo con los bebés y las mamás, también tenemos usuarios que llegan como urgencia vital y si no hay EPS que responda no vamos a tener una sostenibilidad financiera para seguir operando”, Felipe Grajales Valencia, auditor médico del SES.
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Sin contrato
Orlando Ríos, director científico de la Clínica Versalles, sostuvo que con Medimás no tienen contrato. Agregó: “Las maternas llegan o las envían de otras entidades con urgencias vitales, se les hace el triaje y si es así, las atendemos, pero si no es urgencia llamamos a la Dirección Territorial de Salud para que la EPS la remita a su red”.
Ríos precisó que lo que hace falta es exigirle a Medimás una red para las maternas. “Para que no las pongan a voltear”.