Llanto, enojo, hasta burla y por último resignación se vio ayer entre los 46 capturados por distribución de estupefacientes, cuando vieron las evidencias en contra, producto de tres años de investigaciones.

Los detenidos cayeron en dos operaciones simultáneas denominadas Neptuno y Odisea. El común denominador de ambas es una pareja de esposos conocidos con los alias de Olga y Lucho.

Una denuncia ciudadana que daba cuenta del aumento del consumo de alucinógenos en el barrio El Nevado, más la presencia de distribuidores y una posible olla, fue el punto de partida, en el 2014.

En desarrollo de la investigación, la Sijín pudo vincular a tanta gente que entre el grupo descubrió a los contactos clave entre los laboratorios de producción en el Cauca y las redes de distribución en Manizales.

 

Dos líneas

Inicialmente alias Olga era la persona que encabezaba la estructura, de acuerdo con la línea de la investigación Neptuno. Sin embargo, en el 2016 nuevas denuncias permitieron identificar a alias Lucho como cabeza de otra. Esa investigación se denominó Odisea.

Al cruzar datos los investigadores a cargo vieron el vínculo que tenían y la forma en que operaban. Ambos manejaban de manera independiente el negocio. Olga, por ejemplo, mandaba a traer la droga de El Bordo (Cauca), mientras que a Lucho le llegaba desde Corinto, municipio del mismo departamento.

La decisión de las autoridades fue unir los casos para intervenir de manera simultánea. En la última semana se ajustaron los planes y el pasado domingo se acuartelaron cerca de 200 policías de diferentes especialidades.

 

Despliegue

En la madrugada del lunes comenzó el despliegue. 26 allanamientos se llevaron a cabo en Manizales y Villamaría. Los sectores y barrios más intervenidos fueron El Nevado, El Centro, El Carmen y Eucaliptos, así como Los Alcázares, Samaria, San Ignacio, La Pelusa, El Bosque, Jesús de La Buena Esperanza y Fátima.

De drogas, municiones, prendas y equipos militares, armas de fuego, computadores, dinero en efectivo y otros elementos se incautó la Policía.

De acuerdo con las investigaciones, la banda ofrecía en las calles cantidades de alucinógenos al por mayor y las entregas las hacían de manera directa a los expendios o en lugares abiertos al público.

La cadena del negocio se activaba cuando Olga, Lucho y otro cabecilla manifestaban en el bajo mundo su intención de traer cantidades de alucinógenos que podían llegar hasta la media tonelada. Luego los dueños de las ollas comenzaban a hacer sus pedidos por kilos.

En la descripción de la existencia de la organización se indica que funcionó durante unos siete años, pero se estima que era más antigua e involucraba a familias enteras. En El Nevado cayeron 13 personas con vínculos familiares.

 

En San Andrés

Mientras se iniciaban las audiencias, que se estima durarán unos tres días, ayer en la mañana se reportó la captura de una persona que en el momento de la operación estaba de paseo en la isla de San Andrés.

 

 

Fachada

En la distribución del estupefaciente a las ollas se utilizaban como fachadas unas ventas de elementos de aseo y alimentos en camionetas, o fingiendo préstamos de dinero. De la misma manera operaban en otros municipios como Chinchiná y Riosucio.

 

 

Cifras

26 allanamientos

36 capturas por orden judicial

10 capturas en flagrancia

4 armas de fuego

32 cartuchos

$7 millones 534 mil.

43 celulares

1 computador

1 tablet

15,5 kilos de marihuana

342 dosis de cocaína

600 dosis de bazuco

6 pastillas de éxtasis

42 tarros de popper