Jerarquía es ganar incluso cuando se juega mal, conseguir títulos incluso cuando todo está en contra. Deportivo Cali perdió en Palmaseca la opción de liquidar a Nacional. El 2-0 del partido de ida resultó corto, muy corto, para lo que se vio ese día.
Este domingo, el campeón de la Copa Libertadores sacó todo el fútbol que no había podido mostrar en las llaves de eliminación directa, le pasó por encima a su rival y hoy se ratifica como el más grande del fútbol colombiano, como el más veces campeón. La estrella 16 ya brilla sobre su escudo y es el reflejo de un eslabón más en la cadena de éxitos del técnico Reinaldo Rueda.
No fue un semestre fácil para Nacional, así los números de su campaña digan otra cosa. La eliminación en la Copa Libertadores, en la que terminó de último en el Grupo 1 y así perdió la opción de defender su corona, golpeó muy duro al grupo. Pero, en el torneo local eso no se notó. Hizo récord de puntos en la fase todos contra todos: 49.
Luego empezó a sufrir para subir escalones: Jaguares le metió un susto en el Atanasio Girardot luego de que Nacional había ganado en Montería y casi lo lleva a los penaltis. Se puso serio en los últimos 20 minutos y clasificó. Luego tuvo una serie durísima frente a Millonarios, en la que Franco Armani fue fundamental. Los azules lo pusieron a sufrir hasta el minuto 91 del partido de vuelta, hasta que Dayro Moreno anotó el gol del triunfo. Y Cali, ya lo dijimos, lo superó ampliamente en Palmaseca, donde le ganó 2-0 y lo pudo golear.
Pero Nacional estaba tocado. Sus hinchas también. Nunca dejaron de creer. Llenaron el estadio desde muy temprano. Y el equipo se contagió de ese espíritu. Salió a la cancha como si ni hubiera pasado nada. Si había dos goles de desventaja, eso no se notó cuando el árbitro Andrés Rojas hizo sonar el pitazo inicial.
Nacional salió a arrollar al Deportivo Cali, que sintió mucho, muchísimo, las dos bajas por suspensión, la de Luis Orejuela y, sobre todo, la de Nicolás Benedetti. Quiso jugar de igual a igual el equipo de Héctor Cárdenas. Lo superaron ampliamente.
A los siete minutos, Cali ya perdía 1-0 cuando Andrés Felipe Ibargüen ganó su banda y dejó a Macnelly Torres de frente para anotar y empezar a encender la fiesta en el Atanasio. Y, a los 16, la ventaja del partido de ida se esfumó con un remate desde fuera del área de Andrés Mateus Uribe, luego de una gran jugada de Rodin Quiñones.
A partir de ese momento, Cali trató de volver a sacar diferencia. Y tuvo una triple opción, a los 20 minutos, en la cual Armani se volvió a poner el traje de superhéroe, como en El Campín, como en el Atanasio hace ocho días, como en Palmaseca. Voló dos veces para evitar el gol. A la tercera ya no pudo: el toque al centro de Jéfferson Duque encontró la pierna izquierda de Daniel Bocanegra y se metió en el arco local. Cali volvía a ser parcialmente campeón.
Los guerreros comenzaron a caer. Ya Farid Díaz se había ido lesionado a los 10 minutos. Lo reemplazó Edwin Velasco. Y, a los 33, al Cali se le cayó una pieza clave para tratar de aguantar, para al menos llegar al desempate desde el punto penalti. Kevin Balanta tampoco aguantó más y Daniel Giraldo entró a cubrir ese hueco.
Con ese panorama, lo peor que le podía pasar al Cali era que llegara un gol más. Y llegó. Y fue un golazo: a los 40, Andrés Ibargüen tomó un rebote en el borde del área y se la colgó en un ángulo a Pablo Mina. Ahí la serie estaba empatada pero, en la práctica, ese fue el golpe de nocaut para el equipo de Cárdenas.
Para el segundo tiempo, Cárdenas movió su equipo para ver si podía dejar la serie empatada. Sacó a César Amaya, que no fue el mismo de Palmaseca, y metió a Abel Aguilar.
Con tres volantes de marca en la visita, Nacional ya no jugaba tan cómodo como en el primer tiempo, pero tenía la pelota en su poder para hacer daño en cualquier momento. Rueda no cambió su esquema: refrescó la formación con la salida de Elkin Blanco, que pegó y pegó hasta que se cansó, y metió a Diego Arias, que le dio marca pero también un poco más de salida.
A Nacional le costaba. Pero, a los 28 minutos del segundo tiempo, la historia comenzó a tomar de nuevo color verde y blanco, no el verde encendido con el que jugó Cali anoche: el central Danny Rosero cruzó a Dayro Moreno dentro del área. Penalti sin discusión y decisión correcta del árbitro Rojas, quien ya en el primer tiempo había acertado al no dar una pena máxima al Cali por una mano de Velasco que nunca existió. Dayro, que ya era goleador de la Liga, se aseguró el botín de oro al cobrar suave y a la izquierda de Mina. Ya con el 4-1, los hinchas de Nacional tuvieron la libertad para comenzar a celebrar el título.
Síntesis
Atlético Nacional: Franco Armani (6); Daniel Bocanegra (6), Carlos Cuesta (6), Francisco Nájera (7), Farid Díaz; Elkin Blanco (5), Mateus Uribe (7); Rodin Quiñones (7), Macnelly Torres (7), Andrés Ibargüen (8); Dayro Moreno (7)
DT: Reinaldo Rueda.
Deportivo Cali: Pablo Mina (5); Nilson Castrillón (4), Danny Rosero (4), Germán Mera (4), Jeison Angulo (4); Andrés Pérez (5), Kevin Balanta (6); Andrés Felipe Roa (3), Fabián Sambueza (6), César Amaya (5); Jéfferson Duque (5).
DT: Héctor Cárdenas.
Cambios en Nacional: Edwin Velasco (5) por Díaz (11 PT), Diego Arias por Blanco (20 ST) y Ezequiel Palomeque por Bocanegra (38 ST).
Cambios en Cali: Daniel Giraldo (4) por Balanta (32 PT), Abel Aguilar (5) por Amaya (1 ST) y Miguel Murillo por Castrillón (32 ST).
Goles de Nacional: Torres (7 PT), Uribe (16 PT), Ibargüen (41 PT), Moreno (30 ST, penalti) y Quiñones (32 ST).
Gol del Cali: Bocanegra (20 PT, autogol).
Expulsado: Velasco (46 ST).
Figura: Andrés Ibargüen (8).
Estadio: Atanasio Girardot.
Asistencia: 44.189 espectadores.
Taquilla: $ 3.032’000.000.
Árbitro: Andrés Rojas (6)