Uber intenta poner orden dentro de su empresa. Tras la reciente salida de su máximo responsable financiero Gautam Gupta, acaba de despedir a 20 empleados y advertir a otros 30. Y seis más han recibido un aviso final.

Esta decisión es fruto de una profunda investigación que corrobora lo que denunció Susan Fowler en febrero. En un artículo en su blog contó cómo sufría acoso sexual en el trabajo y que, a pesar de avisar a sus superiores y trasladarlo a recursos humanos, la conducta se consentía dada la valía de los perfiles que ejercían estas prácticas.

Uber contrató a Eric Holder, exfiscal general para investigar el caso. Casi cuatro meses después se han revisado 215 casos de acoso. 100 se desestimaron, 57 todavía están en revisión y 31 personas van a recibir formación para evitar que se mantenga la conducta. Además, han despedido a 20 trabajadores. Por el momento, no han trascendido los nombres y puestos de los despedidos, pero sí se sabe que algunos eran de rango superior. Uber no ha contestado sobre este caso.

Por el momento, no han trascendido los nombres y puestos de los despedidos, pero sí se sabe que algunos eran de rango superior

Uber sufre una pérdida de talento que no solo ha puesto en jaque su esperada salida a bolsa, sino la propia viabilidad de la empresa. Su presidente, Jeff Jones, ha estado solo seis meses al frente. Anthony Levandowski, fichaje estrella para liderar los esfuerzos del auto autónomo, fue despedido hace solo una semana por negarse a colaborar en la investigación que lo acusa de robar secretos industriales a Google, empresa de la que venía.

El primer síntoma de preocupación por la situación se nota al abrir la aplicación en San Francisco, con una notable bajada de precios. Lo hicieron cuando se sentaron en la mesa con Trump a pesar de su decisión migratoria, repitieron la operación cuando estalló este escándalo y lo han vuelto a repetir hace escasas horas.