9 habitantes de la invasión Potrerillo resultaron contagiados el último mes. El año pasado en la capital caldense no se registraron casos. En Caldas van 13.

Vanessa Sánchez

 

En la casa número 179 de la invasión Potrerillo (Kilómetro 41) a tres hermanos, de 27, 15 y 12 años, los picó el anofeles, mosquito que trasmite la malaria o paludismo. Hace 20 días los jóvenes padecieron de un fuerte dolor de estómago, escalofríos y fiebre de más de 40 grados.

Su madre, Carmen Rosa Hernández, no dudó en consultar en el puesto de salud del mismo corregimiento. Temían que fuera dengue, zika o chicunguña.

“Estaban para morirse del dolor. Del puesto nos enviaron a Quinchía (Risaralda) porque allá atienden a los afiliados de Asmet Salud. En el hospital les tomaron las pruebas y dieron positivo para malaria. A los tres los hospitalizaron, la menor duró 15 días internada. Han estado muy pendientes de ellos”, comentó Carmen Rosa, quien llegaba del pueblo de hacer mercado. Su antigua casa estaba al borde de una laguna donde, según ella, salió el mosquito.

En la parte externa de su nueva vivienda de esteras había trastos sucios. Allí, en esa cocina improvisada, comentó que su hija Laura María todavía come y siente náuseas, por eso debe llevarla a un nuevo chequeo para descartar otros síntomas.”Nosotros no nos infectamos en ninguna parte. No hemos ido a Irra o a Chocó como dicen. Eso fue aquí que el mosquito les picó”.

A los Hernández los reubicaron más arriba de su antigua vivienda. La nueva ya está fumigada. Sin embargo, tres integrantes más de la casa 182 también están enfermos. Bertha Isabel Tabares, indicó que a su madre de 62 años, su hermano y cuñada también padecieron malaria porque los picó el anofeles.

“La casa estaba inundada, seguro en ese pantanero fue que el mosquito creció. Mi mamá sigue en Manizales, duró 15 días hospitalizada en Santa Sofía, tiene una anemia aguda. Mis otros dos familiares ya están bien”, recalcó la señora de 32 años, a quien trasladaron una cuadra más arriba de la invasión.

Héctor William Restrepo, secretario de Salud de Manizales, atribuye los 9 casos de estas familias a la temporada de lluvias del último mes. De acuerdo con él y las estadísticas del Instituto Nacional de Salud, en la capital de Caldas, durante el 2016 no se presentaron casos. Hasta ahora el reporte es de10 pacientes contagiados confirmados, uno de ellos de Neira que consultó en Manizales y que se carga al sistema como si fuera de la ciudad.

“Con esas lluvias el mosquito se prolifera más. La hembra es la que pica y se presenta en condiciones precarias de las viviendas. Creemos que los pacientes que se contagiaron lo hicieron en otras zonas y no en Potrerillo, aunque estamos pendientes de ese resultado”.

Restrepo informó que desde hace 15 días activaron las alarmas e intervinieron la invasión, fumigaron e hicieron labor educativa para la recolección de inservibles y tapar los recipientes de agua limpia donde crece el vector.

Blanca Lilia Jiménez tiene una caneca sin tapa al lado de su lavadero. Dice que mantiene todo muy limpio y continuamente lava los bordes del recipiente para que nos crezcan las larvas.

Censo

Lady Castro, miembro de la Juan de Acción Comunal de la Invasión Potrerillo, señaló que el último caso se registró hace ocho días. Según ella, se cree que a todos los picaron en zonas donde sí hay brotes como en Irra, Quinchía y Chocó. “Todos están fuera de peligro, en sus casas y recuperados. Con las acciones que se han realizado podemos estar tranquilos”.

Sin embargo, Gerson Bermont, director Territorial de Salud de Caldas, aclaró que hubo una persona que importó la enfermedad a Potrerillo y las demás se contagiaron. En el resto del departamento como en La Dorada (1) y Samaná (2) donde hay casos confirmados, se despliegan las acciones para control del vector que se prolifera con frecuencia en zonas selváticas y húmedas. El año pasado se reportaron 32 casos.

Consultan

En el puesto de Salud del Kilómetro 41, Alba Rocío González Mora, auxiliar de enfermería encargada, señaló que por esa patología escasamente consultan. Por lo que sí asisten es por enfermedad general, que puede estar relacionada con dengue o chicunguña.

“El médico viene los martes y jueves a atender consultas. Cuando no está la orden es remitir, si es el caso, a Assbasalud de La Enea o San Cayetano. Hasta ahora no tenemos reportes de malaria aquí”, manifestó.

¿Qué es la malaria?

De acuerdo con el infectólogo Iván Vásquez la malaria o paludismo es una enfermedad provocada por el parásito plasmodium, un parásito unicelular, que se transmite a través de la picadura de mosquitos hembra infectados del género anofeles.

Indica que en el organismo humano, los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos. “Si no se trata, el paludismo puede poner en peligro la vida del paciente en poco tiempo, pues altera el aporte de sangre a órganos vitales, y genera un estado tóxico generalizado. En muchas zonas del mundo los parásitos se han vuelto resistentes a varios antipalúdicos”, comenta.

Resalta que la persona solo puede contagiarse una vez y no se trasmite con el contacto de una persona a otra y como crece en aguas limpias es vital que todos los recipientes estén cerrados. “No es conveniente guardar basura donde se represe el agua, los lavaderos ojalá tapados y los lavaplatos secos. Son medidas preventivas para evitar el contagio”.

Síntomas

* Anemia

* Heces con sangre

* Escalofríos, fiebre y sudoración

* Coma

* Convulsiones

* Dolor de cabeza

* Dolor muscular

* Náuseas y vómitos