Hoy en día muchos padres de familia (sin generalizar) se cohíben de ponerle límites a sus hijos, simplemente permiten que ellos hagan lo que quieran o los traten como quieran. En muchas ocasiones son los padres los que se convierten en personas  obedientes a las órdenes de sus hijos, cuando debería ser al contrario. En la actualidad son los jóvenes (repito, sin generalizar) los que mandan dentro del hogar, ya que se acostumbran a que sus padres los deben satisfacer a como dé lugar.

El verdadero problema, se encuentra en que los padres de familia no establecen unas normas dentro de su entorno familiar. Es muy importante tener claro que los regalos materiales, no lograrán que sus hijos sean más responsables o menos caprichosos. Hay que tener un límite para todo.

Está claro que el amor y la paciencia son la clave de una buena educación para los hijos, sin embargo ¿Cómo lograr mostrarles desde el amor que no todo puede ser complacencia? Pues esta es una postura realmente compleja, los niños en muchas ocasiones se aprovechan de dicho consentimiento para volversen personas chantajistas.

¿Qué piensan ustedes de esta postura?