En libertad, aunque recluido en una clínica psiquiátrica en Bogotá, se encuentra Ricardo Enrique González Tovar, el hombre que la mañana del 21 de junio de 2011 estremeció al Magdalena Medio Colombiano, al asesinar a cuchilladas a sus hijas Natalia y Sofía de 15 y 10 años respectivamente, además de causarle 16 puñaladas a su esposa Luz Estella Forero.
César Augusto López abogado defensor, indicó que su protegido recobró hace unos pocos días su libertad, pero que por su mal estado de salud y su compleja condición mental, lleva cerca de un mes recluido en una clínica que el Inpec contrata para la asistencia de internos con enfermedades mentales. Señaló que está en la unidad de cuidados intensivos.
El abogado López explicó que aunque Ricardo Enrique recibió una condena de 45 años y ocho meses en primera instancia, esta fue apelada y aún un Tribunal en Manizales no ha fallado en segunda instancia si revoca o confirma dicha sentencia.
Sobre la libertad del padre asesino dijo que un juez de La Dorada le concedió la libertad, ya que hay una sentencia de la Corte Constitucional que así se lo permite, debido a cambios legislativos. Esto también debido a que el magistrado que conoció el caso en mayo de 2015, en el Tribunal Superior en Manizales, en su sala penal, no ha fallado en segunda instancia.
Esta situación que ocurre con Ricardo enrique tiene angustia a Luz Estella Forero. Cree que si el hombre es dado de alta y sale hacia su casa podría volver a atentar en su contra y causarle la muerte.
Luz Estella le pide al magistrado que está encargado de este caso que falle lo antes posible su caso y que confirme la sentencia, pues considera que a su exesposo debe caerle todo el peso de la ley por asesinar a sus dos hijas y haberla intentado matar también a ella a cuchilladas.
“Cómo es posible que a un señor que asesinó a sus propias hijas, de 15 y 10 años e intentó asesinarme a mí, le resuelvan su libertad en menos de un mes y que a mí la ley no me proteja”, manifestó Luz Estella.
Los hechos por los que resultó condenado Ricardo Enrique ocurrieron la mañana del 21 de junio de 2011. La noche anterior la pareja tuvo una discusión y según relatos de la mujer estaban en un proceso de divorcio. Su esposo le pidió una última oportunidad, que ella le negó y esto desató su furia.
“El guardó todos los cuchillos en el morral de mi hija. Escondió las llaves en un lugar poco usual, dañó mi celular y al otro día una de las niñas corrió a decirme que él estaba afilando un cuchillo. Después me atacó y las niñas intentaron defenderme. Una de ellas se le colgó del hombro. A una le pinchó el corazón, le fracturó el esternón y murió instantáneamente. La otra niña alcanzó a salir conmigo, pero en el hospital murió. A mí me provocó las puñaladas pero no me comprometió ningún órgano”, relató la mujer.
La víctima lleva esperando más de dos años a que el magistrado encargado de su caso en Manizales se pronuncie. Teme que si llega a salir de la clínica en la que está recluido pueda atentar en su contra. Asegura que hasta hace tres años la llamaba desde la cárcel la amenazaba y le daba serenatas.
Luz Estella también manifestó que su exesposo tiene que pagar con todo el peso de la ley el asesinato de sus dos pequeñas y las brutales agresiones que le produjo a ella.