La informalidad laboral se tomó las zonas azules de Manizales. Sin permiso ni control, unas cuatro personas cobran por el parqueo en las demarcadas zonas azules de la Unidad Deportiva Palogrande y que serán zonas naranja por autorización del Concejo, proceso que saldrá a licitación.

La queja la envía un ciudadano, quien argumenta que en los alrededores del Coliseo y de la Liga de Karate, un particular se aprovecha de estos espacios, cobrando como si trabajara en la empresa que los administra (Sutec, desde el 30 de junio). “De manera brusca exige el pago por cualquier tiempo de parqueo”.

Sin embargo, solo se refiere a una persona, quien no respeta la presentación de tiquetes que se han usado por momentos en otras zonas azules, aún con tiempo para estacionar. “De forma grosera rasga los tiquetes, manifestando que a él eso no le interesa”. El ciudadano exige más control de las autoridades.

Quiénes son

Allí son por lo menos cuatro personas las que se dedican a esta actividad. Ellos sostienen que no están autorizados por ninguna entidad, pero tampoco nadie los molesta ni controla. Frente a las quejas, aseguran que no han tenido problema con conductores y que reciben lo que les quieran dar, sin exigir una tarifa.

Reinaldo Rave, de 58 años, se hace a un costado de la Liga de Karate. Dice que trabajó 17 años en las zonas azules y que salió hace tres meses. “Aquí me dedico al rebusque, a lo que la gente me quiera regalar”. Llega a las 6:00 a.m. y permanece hasta las 2:00 p.m.

Jhon Freddy Galvis, de 52 años, cobra por vigilar en la calle 65 del Coliseo Menor. Dice que lleva cuatro días en este lugar, porque una señora le dijo que ahí podía rebuscarse lo del día. “A ella le entrego la mitad de lo que recojo, fue la que me dio la oportunidad”, explica Galvis, refiriéndose a Clara Rosa Molina, de 62 años, quien permanece por la calle de ingreso a las canchas de tenis.

Molina lleva 32 años trabajando en ese sector, según comenta. “Siempre dedicada al cuidado de carros y motos, esto me ha dado para vivir”. Sobre las ganancias de las que habla Galvis, asegura que a diario reúnen lo que se ganan y lo reparten entre ambos. Expresa que en las tardes la remplaza un hijo. Comenta que no ha tenido problemas con los conductores y que incluso en una ocasión la amenazaron con un arma de fuego porque no dejó robar un carro.

Desde Tránsito

Carlos Alberto Gaviria, secretario de Tránsito Municipal, asegura que desconoce que particulares se aprovechen de estos espacios y los empleen para adquirir dinero. Dice que no pueden ser operados por particulares y señala que buscan la posibilidad de entregarles estas zonas a Sutec, para que las opere y dé trabajo a más personas discapacitadas, mientras sale la licitación de las zonas naranja.

Al indagarle sobre la legalidad de esta medida, teniendo en cuenta que las zonas naranja no están en el objeto de la licitación, manifiesta que al ser los encargados del tránsito de la ciudad, pueden hacerlo temporalmente.

Zonas naranja

En noviembre del año pasado, el Concejo de Manizales aprobó crear las zonas naranja, para que los recursos de las zonas azules en los alrededores de la Unidad Deportiva Palogrande, pintadas de color naranja, se destinen al mantenimiento de la Unidad y de los 200 escenarios deportivos del municipio.