Reírnos nos ayuda a ser mejores estudiantes
Libros, tareas, poner en práctica lo que aprendemos, pero sobre todo la risa son herramientas fundamentales para aprender más y más rápido. El humor en los salones es algo que los maestros de la nueva era deben tener muy presente a la hora de enseñar, está demostrado científicamente que reírnos mejora en general nuestro estado físico y emocional, desencadenando con sigo una efecto de mejoras en el rendimiento de quienes practican este método divertido de aprendizaje.
Profes y padres, queda ya claro que los métodos ortodoxos que practicaban en siglos pasados repercutieron gravemente en el aprendizaje y desarrollo de los niños, ya que estos eran demasiado estrictos y poco humanos.
Al reírnos todos los seres humanos nos sentimos más motivados, estimulados y felices; entonces porque no incluir la risa en los métodos de enseñanza? Se calcula que los niños ríen unas 300 veces al día y muy a menudo escuchamos a padres y maestros aplacando este tipo de comportamientos en el aula de clases tristemente en lugar de aprovechar esta estadística que nos deja a los adultos con menos de 30 risas al día; Aprovechar estos momentos para facilitarles el gusto por los libros resulta sin duda muy beneficioso.
A su vez, además de generar enormes beneficios en la salud emocional y física de los alumnos, la alegría que se genera en el aula de clases crea un vínculo entre los estudiantes y los profesores; La pedagoga y psicóloga Celia Rodríguez Ruiz asegura que la risa refuerza las habilidades sociales y favorece la concentración. “Estar relajados y positivos contribuye a relacionarnos de forma efectiva y hace que la concentración sea más efectiva”
Este método de igual manera no es cuestión de caer al suelo de la carcajada sin más ni más, sino de un refuerzo positivo de los alumnos más jóvenes para crear en ellos unos hábitos de estudio que se prolonguen en la etapa adulta.
Ahora bien, tú que estás interesado en este método, te enseñamos unos tips de cómo potenciar la risa en el aula.
Germán Payo, director del programa “Educa desde el Humor”, insiste en la idea de que “el humor es una herramienta para relacionarnos”. “Un buen profesor”, defiende que quien enseña con humor “comunica mejor, se relaciona, motiva y conecta con el alumnado”.
Todo en la vida tiene un límite y no es necesario llegar al punto de que los alumnos se terminen mofando del profesor o de algún compañero del salón; el juego en el aula es un aliado estratégico de la risa, con temas serios y ejemplos divertidos que ilustran con diversión lo anteriormente explicado por el profesor, además La actitud de este es fundamental, ya que son los encargados de reducir el nivel de estrés y hacer que los alumnos entren en confianza.